Miles y miles de mujeres participaron de la movilización en el IV Paro Internacional Feminista, en el marco del Día Internacional de la Mujer. “La deuda es con nosotras, ni con el FMI, ni con las Iglesias”, resaltaron desde el colectivo feminista.
Miles de personas recorrieron las calles porteñas confluyendo frente al Congreso de la Nación en la movilización del IV Paro Internacional Feminista, que bajo el lema “La deuda es con nosotras, ni con el FMI, ni con las Iglesias” denunció al menos tres asignaturas pendientes en Argentina: violencia de género, aborto y feminización de la pobreza.
Las concentraciones comenzaron cerca de las 16 en diferentes puntos del centro porteño y Plaza de Mayo, y las columnas marcharon por la Avenida de Mayo hacia el Congreso de la Nación, donde pasadas las 18.30 se leyó un documento largamente consensuado que vincula los ejes deuda, violencia y trabajo (remunerado y no).

La promulgación de una Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (ILE) que garantice aborto Seguro, Legal y Gratuito es la primera deuda que las manifestantes reclamaron y que unifica al movimiento de mujeres y disidencias, lo que se expresa en cada marcha en los pañuelos, vestimentas y glitters verdes.
«Estamos acá, en la calle, exigiendo al Estado que se haga cargo. Este proyecto es nuestro, es de todas y todes, porque hace años que estamos peleando por él», aseguró la médica pediatra, dirigente de la CICOP e integrante de la Campaña Nacional por el Aborto Seguro Legal y Gratuito, Valeria Bonetto.
Las integrantes de la Campaña marcharon seguidas por la bandera de Ni Una Menos, la otra deuda clara para con las mujeres y personas trans: los femicidios y travesticidios.
“No nací mujer para morir por serlo. Se va a caer”, “No
aparecemos muertas, nos asesinan”, “Mamá, hoy no llegué”, son sólo algunos de
los carteles que reflejan este reclamo y se entremezclan con las imágenes de
las mujeres víctimas de femicidios.
Con relación a la violencia machista, el documento recordó que «desde que
arrancó el 2020, hubo más femicidios y travesticidios que días».
Trabajo y educación
«Decimos la deuda es con nosotras porque nuestros cuerpos son les más perjudicados por la desocupación, la feminización de la pobreza, la brecha salarial, el trabajo precario y la falta de accesibilidad», sostuvieron sobre la brecha de género.
La deuda con las mujeres también incluye «el valor incalculable del trabajo de cuidados que se nos asigna obligatoriamente, y es históricamente invisibilizado»; y la sistemática exclusión de «las mujeres indígenas, originarias, afroargentinas y negras, travestis y trans», así como la incapacidad de detener los «femicidios», pero también de «travesticidios y transfemicidios».
«Celebramos que el feminismo es revolución y, con más fuerza que nunca, que hoy volvemos a estar juntas y juntes para que resuene en todo el mundo (…) Vivas, libres y desendeudadas nos queremos, ¡Será Ley!», concluyó el documento del colectivo feminista.
A su turno, el eje educativo incluyó el reclamo de que «con hambre no se puede estudiar», pero tampoco en «edificios donde no se nos caigan los techos», o con docentes sin salarios dignos o presupuestos educativos que no cubran las necesidades mínimas. «Exigimos perspectiva de género en las currículas que forman a les profesionales del futuro y la aplicación efectiva de los Protocolos contra la Violencia de Género en nuestros espacios de estudio y trabajo», dijeron.