El titular del Palacio de Hacienda bonaerense aseguró que tienen «el menor nivel de gasto por habitante, recauda y es asistida en línea con las demás».
En medio de debates y críticas sobre las transferencias de fondos a la provincia de Buenos Aires, el ministro de Economía bonaerense, Pablo López, desmintió las afirmaciones que sugieren que la provincia recibe excesiva ayuda del Gobierno nacional.
López declaró en sus redes sociales que «es falso que la Provincia gaste mucho, cobre altos impuestos y reciba mucha ayuda nacional». Aseguró que, por el contrario, la provincia tiene «el menor nivel de gasto por habitante, recauda y es asistida en línea con las demás».
En respuesta a las alegaciones de favoritismo hacia la provincia en las transferencias federales, el ministro destacó que Buenos Aires recibió una proporción más razonable de fondos en comparación con la alícuota de coparticipación, que explica el déficit estructural.
Enfatizó que la «heterogeneidad poblacional del país obliga a medir estos valores en términos de cantidad de habitantes», y según estos términos, las transferencias nacionales colocan a la Provincia por debajo del promedio e incluso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
López también argumentó que, durante el año pasado, Buenos Aires tuvo la menor disponibilidad de recursos per cápita, con $400.000, mientras que el promedio en el resto del país fue de $750.000.
El ministro resaltó que el problema radica en la coparticipación insuficiente que la provincia recibe desde 1988, lo que limita su capacidad de inversión pública y afecta al desarrollo provincial y la equidad federal.
Según López, en el primer semestre de 2023, el gasto público por habitante en Buenos Aires era un 35% más bajo que el promedio de otras provincias. Insistió en que la provincia, a pesar de ser la que más riqueza genera, enfrenta una alta vulnerabilidad social y es perjudicada por la Ley de Coparticipación.
El ministro proporcionó cifras, señalando que la Provincia contribuyó con el 38% de la recaudación nacional del año pasado, pero su participación cae al 7% en la reasignación de recursos y al 22,5% si solo se considera la porción de las provincias.